La Parca abre las puertas de la Soledad,
puerta trasera del jardín de la Eternidad,
donde el frío roe los huesos de un alma caída en pena.
Malditos sean los hados,
aquellos que se deleítan con la tragedia de un hombre de corazón marchito.
Aquel que perdió su ilusión
en aras de un sueño que se desmoronó,
un castillo de naipes creado
con las cartas del destino.
¿Es acaso la soledad destino manifiesto para aquellos osados a sentir?
Cruel Sino que cual titiritero,
manejas los hilos de nuestra emoción,
arrastrándonos
al Abismo de la Soledad,
eterno camposanto
donde aquellos atrevidos
a amar resposan
por siempre jamás.
Y por siempre jamás
esperarán,
anhelantes de
la llegada del Juicio Final.
puerta trasera del jardín de la Eternidad,
donde el frío roe los huesos de un alma caída en pena.
Malditos sean los hados,
aquellos que se deleítan con la tragedia de un hombre de corazón marchito.
Aquel que perdió su ilusión
en aras de un sueño que se desmoronó,
un castillo de naipes creado
con las cartas del destino.
¿Es acaso la soledad destino manifiesto para aquellos osados a sentir?
Cruel Sino que cual titiritero,
manejas los hilos de nuestra emoción,
arrastrándonos
al Abismo de la Soledad,
eterno camposanto
donde aquellos atrevidos
a amar resposan
por siempre jamás.
Y por siempre jamás
esperarán,
anhelantes de
la llegada del Juicio Final.
Juro que arrasaré Cielo e Infierno hasta que te dignes de una vez a hacer la entrada conjunta.
ResponderEliminarPero sin presión.
Besis.