Era un paisaje curioso, era tan... sin paisaje; no era nada, pero lo era todo. No había un fondo que se pudiera ver, sino que se sentía. Miré a mi alrededor y había, a falta de una palabra mejor, blanco; blanco por todas partes.
¿Cómo había llegado hasta allí? Ah sí, estaba en el bar aquel, justo antes de que la banda que en teoría iba a hacer la noche más corta saliera, no sabía de que era, pero había una batería y un piano, así que supuse que no iba a estar mal del todo, suficiente como para que esa noche en la que mis penas acaban disueltas en alcohol no pareciera tan, tan patética. Volqué el vaso y mis labios saborearon un poco del dorado Bourbon que contenía . Un foco se encendió iluminando el centro del escenario de madera, poco más de un metro por delante de la batería y por detrás de la misma aparecieron unos cuantos tipos vestidos con traje, tan interesantes como un ladrillo; uno llevaba una guitarra eléctrica, otro una trompeta, un contrabajo, el batería, pianista... El músico que portaba la guitarra se acercó al micro y habló:
Un
Dos
Un
Dos
Tres
Cuatro
It's Time of Blues!
Así fue como llegué hasta aquí, de repente oí un ruido de fondo, un murmullo que aumentó de volumen poco a poco, y vi nacer al Universo, fue una gran explosión de música, tras la cual regresé al local mientras la música se colaba por mis venas y recorría mi cuerpo, se infiltró por mis oídos, por mi columna, desde la punta de mis dedos hasta los pies, no preguntó si quería ser escuchada, no le hacía falta. Invadió mi corazón y mi alma furtivamente, dejando a su paso un momento Perfecto y me dí cuenta de que era música de color negro, triste, pero a la vez alegre, que te mostraba el corazón de las estrellas, una supernova para el espíritu.
Era Blues.
Era curioso, esa música engendraba extraños e inquietantes pensamientos. Cada nota que salía de aquellos instrumentos tenía que ver con cosas que no se deberían vender y por las que no de debería pagar.
Hizo que de mi alma salieran sentimientos que no recordaba haber puesto allí.
Fue el mejor momento de mi vida.
Fue un Blues improvisado desde el corazón.
Fue Blues.
Fue
¿Cómo había llegado hasta allí? Ah sí, estaba en el bar aquel, justo antes de que la banda que en teoría iba a hacer la noche más corta saliera, no sabía de que era, pero había una batería y un piano, así que supuse que no iba a estar mal del todo, suficiente como para que esa noche en la que mis penas acaban disueltas en alcohol no pareciera tan, tan patética. Volqué el vaso y mis labios saborearon un poco del dorado Bourbon que contenía . Un foco se encendió iluminando el centro del escenario de madera, poco más de un metro por delante de la batería y por detrás de la misma aparecieron unos cuantos tipos vestidos con traje, tan interesantes como un ladrillo; uno llevaba una guitarra eléctrica, otro una trompeta, un contrabajo, el batería, pianista... El músico que portaba la guitarra se acercó al micro y habló:
Un
Dos
Un
Dos
Tres
Cuatro
It's Time of Blues!
Así fue como llegué hasta aquí, de repente oí un ruido de fondo, un murmullo que aumentó de volumen poco a poco, y vi nacer al Universo, fue una gran explosión de música, tras la cual regresé al local mientras la música se colaba por mis venas y recorría mi cuerpo, se infiltró por mis oídos, por mi columna, desde la punta de mis dedos hasta los pies, no preguntó si quería ser escuchada, no le hacía falta. Invadió mi corazón y mi alma furtivamente, dejando a su paso un momento Perfecto y me dí cuenta de que era música de color negro, triste, pero a la vez alegre, que te mostraba el corazón de las estrellas, una supernova para el espíritu.
Era Blues.
Era curioso, esa música engendraba extraños e inquietantes pensamientos. Cada nota que salía de aquellos instrumentos tenía que ver con cosas que no se deberían vender y por las que no de debería pagar.
Hizo que de mi alma salieran sentimientos que no recordaba haber puesto allí.
Fue el mejor momento de mi vida.
Fue un Blues improvisado desde el corazón.
Fue Blues.
Fue
Muchisimas gracias a Paula y Carol de fromournewyorkwithlove.blogspot.com por la genial frase It's Time of Blues, dude!
ResponderEliminar¡Oh, gracias, no hay de qué!
EliminarMuy bonito: "Hizo que de mi alma salieran sentimientos que no recordaba haber puesto allí"
Y bastante original la crítica del New York Times... ¿podemos hacer nuestra propia crítica? :3
¡Sonrisas newyorkinas!
Pues claro que sí!!
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