Pon tú el título

He visto como tus ojos esconden 
angustia y melancolía; 
cómo desean tus brazos recibir
las tiernas caricias de la brisa
y tus labios buscan a tientas
el perfume los míos.

No he visto sino mi reflejo
en el profundo lago de tu pupila.

Inescrutable es tu realidad,
pero la mía de dolor se retuerce
por no sentir tu cercanía.

Viví una semana emociones, anodinas y vacías.
Corría hacia el infinito y
te encontré un océano de rosas.

Ponzoñosas espinas,
que me hieren con realidades
ni siquiera vividas.

Hablamos y no te conozco,
muerdo el anzuelo del viejo pescador 
y siento éxtasis por los sueños perdidos,
la narcosis del placer al solo pensar en tus labios.

¿Que por qué escribo esto?
Porque me gusta el riesgo,
me gusta salir a beber 
para luego hacerle un corte de mangas al universo.

Escribo esto porque ignoro,
ignoro el futuro pero sé que tú estarás en él.