Cuidando a mis adorables primas, me he dado cuenta de que a veces las mentes más inocentes son las que nos llevan a los pensamientos más profundos. La pregunta que me ha sumergido en los rincones de mi mente ha sido la siguiente:
-¿Por qué te gusta leer?
Ya veis, apenas cinco palabras que, sin embargo, me han ayudado hoy a conocerme un poco mejor.
La respuesta que les he dado ha sido un sencillo:"¡Porque es divertido!" Sin embargo, en mis vagabundeos mentales he llegado a la siguiente conclusión:
Me gusta leer porque es lo único que tengo, en un mundo de sombras, de tinieblas, en que los peligros están más dentro de la mente que fuera, sólo a través de los escritos hemos encontrado la paz.
En mi vida sé que hasta ahora solo he tenido a los libros, compañeros de papel que me han hecho vivir las vidas de sus protagonistas, conocer el alma del autor de una manera insospechada.
Y es que los libros nos hacen como personas; por ejemplo, sé que si no hubiera leído la Liberación animal nunca hubiera adquirido los principios de defensa de los derechos animales que constantemente predico.Me gusta pensar en varios libros en particular: Tokio Blues, de Haruki Murakami y Crimen y Castigo, de Dostoievski; dos libros que cambiaron radicalmente mi forma de ver a la gente.
Pero, ¿por qué?¿Qué es lo que convierte a esos inertes trozos de papel y tinta en espejos de almas inquietas, en ventanas que conduce a los rincones más ocultos de la mente?
-¿Por qué te gusta leer?
Ya veis, apenas cinco palabras que, sin embargo, me han ayudado hoy a conocerme un poco mejor.
La respuesta que les he dado ha sido un sencillo:"¡Porque es divertido!" Sin embargo, en mis vagabundeos mentales he llegado a la siguiente conclusión:
Me gusta leer porque es lo único que tengo, en un mundo de sombras, de tinieblas, en que los peligros están más dentro de la mente que fuera, sólo a través de los escritos hemos encontrado la paz.
En mi vida sé que hasta ahora solo he tenido a los libros, compañeros de papel que me han hecho vivir las vidas de sus protagonistas, conocer el alma del autor de una manera insospechada.
Y es que los libros nos hacen como personas; por ejemplo, sé que si no hubiera leído la Liberación animal nunca hubiera adquirido los principios de defensa de los derechos animales que constantemente predico.Me gusta pensar en varios libros en particular: Tokio Blues, de Haruki Murakami y Crimen y Castigo, de Dostoievski; dos libros que cambiaron radicalmente mi forma de ver a la gente.
Pero, ¿por qué?¿Qué es lo que convierte a esos inertes trozos de papel y tinta en espejos de almas inquietas, en ventanas que conduce a los rincones más ocultos de la mente?
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